Al elegir un hotel
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El hotel ideal |
Antes de los años noventa,
década en que inició el uso público de Internet, este asunto de escoger hoteles
estaba muy influenciado por la recomendación boca a boca y la publicidad en los
medios de comunicación tradicionales como televisión, radio y prensa. Este tipo
de publicidad ha solido ser particularmente costosa por lo que era empleada casi
con exclusividad por las grandes cadenas hoteleras. Hoy en día, es una práctica
común entre los viajeros hacer uso de sitios web tales como Trivago y Despegar,
que se dedican a promocionar hoteles, no solo para concretar a través de dichas
páginas sus respectivas reservas sino para comparar hoteles de una misma
localidad y, sobre todo, para revisar las críticas de quiénes han sido sus
huéspedes, y así determinar cuál de estos hoteles les conviene más.
Tal es el caso de este
servidor: a pesar de que eventualmente pueda interesarme alguna recomendación
en este sentido o deslumbrarme cierta publicidad hotelera, trátese de una valla
publicitaria o un banner de un sitio web, antes de decidir el lugar dónde voy a
hospedarme forzosamente acudo a alguna de esas páginas, no sólo por la
conveniencia de tener toda esa información al alcance de un click (o de mi dedo
índice si estoy usando mi tableta), sino sobre todo para revisar las mencionadas
críticas.
Esos testimonios para mí constituyen el verdadero “termómetro” de la calidad de un hotel, pues allí se evidencian tanto sus cualidades positivas, que solemos ver en los medios de comunicación tradicionales, como las negativas, que los anunciantes se esfuerzan por ocultar.
Esos testimonios para mí constituyen el verdadero “termómetro” de la calidad de un hotel, pues allí se evidencian tanto sus cualidades positivas, que solemos ver en los medios de comunicación tradicionales, como las negativas, que los anunciantes se esfuerzan por ocultar.
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